viernes, 18 de julio de 2014

La historia de la Gran O.



Toca hablar de un grande, de un tal Oscar Palmer Robertson, nombrado ‘Mr. Triple-Doble’ con honores y para muchos simplemente conocido como ‘Big O’. Uno de los jugadores más determinantes de la década de los 60 y principios de los 70 que supo aportar un estilo de juego y unas estadísticas difíciles de creer en un base, pese a contar con una altura de 1’96 metros, algo elevada, pero que no le impedía ser rápido y atlético como el que mas en su posición.


La infancia de Robertson podríamos decir que fue de película, viviendo paupérrimamente en un suburbio de Indianápolis donde tuvo que soportar la crudeza del racismo y la discriminación que lamentablemente estaban extendidos en la sociedad americana. A pesar de no poder tener un balón en condiciones debido a su escasez económica, su llegada al instituto lo cambió todo y pudo demostrar toda su habilidad llevando a su equipo a ganar dos campeonatos estatales consecutivos (‘55 y ‘56). La historia de su equipo fue llevada parcialmente al cine en la película ‘Hoosiers’ donde su equipo fue uno de los muchos equipos que sufrieron la derrota a manos del equipo de la escuela de Milan, quienes ganarían el campeonato estatal un año antes. 



Cuando acabó el instituto todas las universidades se frotaban las manos ante la posibilidad de contar con semejante jugador, curiosamente, eligió la universidad de Cincinnati que era de mayoría blanca y volvió a tener problemas de racismo. No obstante, arrasó en la NCAA consiguiendo hasta 14 récords y fue nombrado All-American y también mejor universitario anual (trofeo renombrado en 1998 con su nombre ‘Oscar Robertson Trophy’) durante todas sus temporadas.

Antes de dar el salto a la NBA fue convocado para la selección de Estados Unidos para disputar los juegos panamericanos en 1959 y los juegos olímpicos de 1960 en Roma donde consiguió el oro en ambas ocasiones. Antes de las olimpiadas fue elegido en el puesto 1 del draft por los Cincinnati Royals (actuales Sacramento Kings) y cuya trayectoria en la mejor liga del mundo daba comienzo en la temporada 1960-61.

En su primera temporada ya empezó a lo grande quedándose a 0’3 asistencias de promediar triple doble de puntos, rebotes y asistencias (récord que sí consiguió el año siguiente al conseguir una media 30’8 puntos, 11’4 asistencias y 12’5 rebotes por partido). Obviamente su temporadón le llevó a ser Rookie del año, MVP del All-Star Game y elegido en el mejor quinteto de la temporada. Sin embargo su débil equipo quedó fuera de los playoffs.

Poco a poco los Royals empezaron a construir un gran equipo en torno a su jugador franquicia al adquirir jugadores como Jerry Lucas, Jack Twyman, Wayne Embry o Adrian Smith que hicieron llegar al equipo hasta las finales de división en la 62/63 y 63/64 pero en ambas fueron derrotados, primero por los Pistons y segundo por los impresionantes Celtics de aquella época que arrasaron con todos en una década que se tiñó de verde. Robertson tuvo el consuelo de llevarse el MVP de la temporada en el 64.



Los siguientes años fueron de mal en peor para el equipo, siendo incluso objeto de venta, aunque Robertson siguió cosechando tremendas temporadas en puntos, rebotes y asistencias. Ni la adquisición del veterano Bob Cousy en la temporada 69-70 para el puesto de entrenador – jugador sirvió para que el equipo pudiera siquiera alcanzar los playoffs y además la creciente rivalidad entre Cousy y Robertson impulsó en 1970 la salida de este último a los recién llegados a la liga Milwaukee Bucks donde un año antes eligieron a un joven de UCLA llamado Lew Alcindor. Ambos harían historia.

Además, 1970 fue un año bastante agitado puesto que Robertson, desde su puesto de presidente de la Asociación de Jugadores, inició la corriente conocida como “Oscar Robertson Suit”, que impulsó mejoras salariales, sistemas de pensiones y la creación de los agentes libres, reduciendo así la estrecha relación que unían a la patronal con los jugadores ya que había muchos que aunque cueste creerlo no llegaban a fin de mes. Además se propuso la fusión de la ABA con la NBA y la revisión de la estructura del Draft de la NBA.

Volviendo a su trayectoria deportiva, la combinación del veterano carismático Oscar Robertson y el novato introvertido Kareem Abdul-Jabbar (nuevo nombre tras convertirse al Islam) fue perfecta, llevando a su equipo a un récord de 66-16 y consiguiendo el único anillo de su carrera en 1971 merendándose a Warriors, Lakers y Bullets rápidamente.



Durante los 3 años siguientes fueron firmes candidatos para alzarse con el título, ganaron dos títulos de división en 1972 y 1973 pero no culminaron con el título. En 1974 estuvieron cerca de nuevo llegando a las finales pero los Celtics de Dave Cowens consiguieron llevarse el título en unas finales muy apretadas por 4-3. “Fue una pena que no lograsen más éxitos porque pocas veces he visto jugar un baloncesto tan bonito como el de los Bucks de aquellos años”, confesaba un Jerry Sloan que les sufría a menudo desde su camiseta de los Bulls. Muchos piensan exactamente lo mismo sobre los Jazz de los años 90. Menos mal que Big O consiguió un anillo porque un jugador así no podría acabar su carrera sin un campeonato.

Años después de dejar el baloncesto los Kansas City Kings, equipo heredero de los Cinncinnati Royals, retiraron el numero 14 de su camiseta, honor que aun sigue durando en la actual sede de Sacramento. Los Bucks también retiraron su camiseta con el número 1 que lució en las cuatro temporadas que jugó allí.

En 1980 fue elegido miembro del Hall of Fame del baloncesto, en 1996 fue elegido como uno de los 50 mejores jugadores de la historia de la NBA y además, en 2006, fue uno de los cinco primeros integrantes del salón de la fama del baloncesto universitario junto a John Wooden, Bill Russell, Dean Smith y James Naismith, indiscutibles todos ellos.





Si a la pregunta de quién sería el jugador más completo de la historia del baloncesto, la respuesta debería ser Oscar Robertson sin dudarlo.

Para terminar os dejo un vídeo donde poder ver como jugaba Mr. Triple-Doble:




@MPMiralles


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