miércoles, 29 de octubre de 2014

Futuro Incierto en Sacramento.





A menos de 24 horas para el primer partido de temporada las miradas están puestas en el pívot de carácter dominante que se creyó desde el principio hace 4 años y cuyo equipo sigue girando en torno a la construcción de una plantilla que se complemente adecuadamente con esa pieza de 5 en las que hay puestas muchas esperanzas.

Hablo por supuesto de DeMarcus Cousins cuya campaña pasada promedió 22’7 puntos, 11’7 rebotes, 2’9 asistencias en 32’4 minutos. Fue el quinto mejor reboteador de la liga y uno de los pocos en promediar 20 y 10 en estadísticas. No obstante hay que tener en cuenta su lado negativo y es su problema de disciplina. Recibió 16 faltas técnicas el año pasado liderando esa estadística, sin embargo el jugador se ha propuesto corregir ese problema y la franquicia confía plenamente en él. Siguen creyendo que puede llegar a ser ese jugador franquicia que tanto necesitan y la medalla de oro conseguida en el mundial de este verano le ha dado energías renovadas para afrontar los años que vienen y confirmando una evolución personal y profesional en su rendimiento. El pasado es el pasado y Cousins está preparado para luchar por el título de mejor pívot de la NBA.

DeMarcus Cousins


El juego seguirá pasando por Cousins principalmente pero el pívot no puede hacerlo todo solo y la plantilla tiene un punto débil que este verano no ha sabido solventar y es la pintura. El equipo cuenta para este año con cuatro ala-pívots pero ninguno está a su altura como Evans, Landry o Thompson a pesar de tener grandes aptitudes defensivas. Esto obligará al pívot a trabajar más intensamente si quieren que el juego interior prospere con éxito.

Además de Cousins, Sacramento cuenta con otra estrella que es Rudy Gay. El alero promedió la temporada pasada, solo en los Kings, 20’1 puntos, 5’5 rebotes, 3’1 asistencias en 55 partidos. Se encuentra en su último año de contrato y está dispuesto a demostrar esta temporada que es el undécimo jugador mejor pagado de la liga por algo.

Rudy Gay


Las riendas del equipo ahora serán llevadas por bases de corte más tradicional. La baja del anotador incombustible Isaiah Thomas por jugadores como Darren Collison y Ramon Sessions puede beneficiar al equipo a nivel colectivo y sobre todo para las dos estrellas del equipo, aportando además consistencia y equilibrio.

Otro aspecto clave es la aportación de los jóvenes. Ben Mclemore no tuvo un gran año para lo que se esperaba de él con 8’8 puntos y 2’9 rebotes y Ray McCallum fue más sólido que él jugando mucho menos y aportando casi las mismas estadísticas. Este año, además, entra en escena el novato Nik Stauskas que llega a la NBA con reputación de tirador letal desde media y larga distancia y con muy buena mecánica de tiro. El rookie puede ser un buen sexto hombre si el entrenador sabe aportar buenos sistemas ofensivos en el que él esté incluido.

Nik Stauskas




En definitiva, los Kings pretenden esta campaña ver la luz al final del túnel pero lo van a tener muy complicado dadas las decisiones que han tomado. La conferencia oeste es tremendamente competitiva y ganarse un puesto en playoffs quizá todavía quede lejos, siendo ya 8 temporadas consecutivas desde que Rick Adelman abandonara el barco en el año 2006. La reconstrucción del equipo continúa a día de hoy y aún no han conseguido formar un quinteto equilibrado con una segunda unidad de nivel como para luchar en postemporada. El año que viene puede ser clave para la franquicia con la decisión de Rudy Gay ya que si se marcha habría espacio salarial suficiente para hacer una remodelación estructural que pueda funcionar. De cómo se muevan los Kings el próximo verano dependerá el futuro de Cousins y, con ello, el del equipo.



@MPMiralles

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